9 feb 2011

The Noah Confessions - Capítulo 2

Les traigo el segundo capi, como prometí :)
2
Traducido por Anne_Belikov

Zoe y Talia eran mis mejores amigas. Zoe era bajita y linda, con cabello ondulado y nunca paraba de hablar. Talia era hermosa, con un gran sentido del estilo y un enorme sentido del drama. Ambas estaban esperando por mí en mi casillero, el cual estaba decorado con serpentinas, pompones y dulces. Parte de la tradición de los dieciséis era pegar una imagen de tu carro.

Zoe me abrazó. —Finalmente, finalmente. Nuestra bebé está creciendo.

—Muy gracioso, mamá.

Ésta era una referencia a mí siendo la más joven de la clase este año, resultado de una profesora de guardería que me había declarado una genio y animado a mis padres a que me saltase un grado. Después habían averiguado que ella tenía un desorden bipolar y que había sido enviada lejos para recuperarse, pero aún sigo llevado el legado de ese casual encuentro.

Talia fue directo al grano. —¿Es un Beetle?

—No, es un encantador brazalete.

—¿Qué?

Alcé mi muñeca.

—¿Son ésos pájaros?

—Sí, son pájaros. Parece que fuiste directo a la ronda del bonus.

—Pero obtuviste un carro también. —Dijo Zoe.

—Nop.

Ella tenía un Honda blanco y Talia un Mini azul. Ellas le habían dado nombre a sus carros. El Honda se llamaba Stephanie y el Mini, Fernando. Mi Beetle iba a ser D.J. Dinasty Handbag, como el personaje de Saturday Night Live. D.J. era para acortar.

—Esto es realmente extraño —dijo Talia, hundiendo sus dientes en el drama—. Debe haber una razón. Alguna oscura y retorcida razón.

—Es porque él no es de aquí. Porque vino desde el sur, creció pobre y no tuvo un carro: eso es lo que él dice. Pero sé que es por mi madre.

—¿Qué hay sobre tu madre? —Talia abrió mucho sus ojos—. ¿Quieres decir el que esté muerta?

—Sí, no puedo encontrar una razón más grande que esa.

—Oh, cierto, ella murió en un accidente de carro.

En un feo accidente de carro. Todo mundo lo dice de esa manera: “En un feo accidente de carro, cuando Lynnie era pequeña.” Como si hubiera tal cosa como un buen accidente de carro. Exactamente quince minutos después de dejarme en la escuela un martes por la mañana cuando estaba en tercer grado. Un conductor ebrio. Un maldito conductor ebrio.

Mi padre me recogió de la escuela. Todavía recuerdo su cara en la ventana rectangular fuera de mi salón de clases. El profesor me condujo hacia el pasillo. Mi padre se arrodilló para que mis ojos estuvieran al nivel de los suyos. Él dijo: “Lynnie, tu madre se ha ido.” Fue así de simple. Y una parte de mí todavía lo culpa por ser quien me lo dijo. Recuerdo que me quedé muy quieta, pensando no llores, no demuestres nada. Porque si muestras algo será real, no sólo para ti, sino también para él. Empecé a cuidarlo desde ese momento.

Y no me he detenido. No sé cómo detenerme. Lo cual es porque estoy usando el estúpido brazalete de pájaros, y porque no he llorado o me he quejado sobre lo mucho que quiero un carro. Tengo que dejarlo ir. Él ha pasado suficiente y soy todo lo que tiene.

¿Cómo sé esto? Lo sé porque no ha tenido una vida fuera de mí. Sólo trabaja y viene a casa. Nunca sale. A veces todavía ve videos de mamá cuando estaba viva, y siempre tiene whiskey escocés en la noche, pero podría ser cosa de abogados.

Pero honestamente no se me había ocurrido hasta este momento que él estaba tratando de protegerme del mismo destino. ¿Cómo pude no haberlo visto? ¿Cómo podría haber necesitado el sentido de tragedia de Talia para concentrarme en ello?

—Un feo accidente de carro. —Dije. Podía sentir la sangre corriendo hacia mi rostro y no sabía si estaba enfadada o avergonzada, o alguna otra emoción que no podía identificar.

—Hace ocho años. —Dijo Zoe silenciosamente. La miré. Era la voz de la razón viniendo del desierto—. Eso fue hace ocho años. Quiero decir, es absurdo.

—Hay que ser sensible. —Dijo Talia—. Como si tú fueras a sufrir algo como eso.

Zoe se encogió de hombros. —Pero él te deja pasear con otra gente. Él conduce un carro.

Negué con la cabeza. —Es diferente.

El ruido del pasillo era muy alto, y me sentí mareada.

—Lynne, ¿estás bien? —Preguntó Zoe.

—Sí, te ves toda pálida. —Dijo Talia.

—Talvez necesito aire.

—Estamos afuera.

—Talvez necesito un aire diferente. Las veré más tarde chicas. Tengo que llegar a mi salón de clases —dije—. Historia…

Me alejé de ahí, envuelta en una bruma de entendimiento.

1 comentario:

¡Hey! Hoy te ves genial, en serio. Nos encanta tu opinión pero... por favor, recuerda ser respetuoso sobre ella.

Oh, y por aquí odiamos los spoilers.

Después de eso, ¡Esperamos que te guste RB!

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