Dieciséis
Y Dos Días
1
Traducido por AndreaN
Zoe pensó que era completamente gótico que conocí a un chico en el cementerio.
—Cosas así nunca me pasan a mí —se quejó.
—Eso es porque no tienes una madre muerta —le recordó Talia.
—Oh, sí —dijo ella, y por un momento en realidad hizo un puchero y pareció celosa.
—Así que tu papá no está bromeando con lo del carro —dijo Zoe. Estábamos comiendo nuestros almuerzos en el manicurado césped de Hillsboro. El sol estaba brillando y tuve una repentina imagen de cómo nos veríamos para alguien como Clyde Pittman. Para él, yo había sido una más del montón, una de esas chicas de clase elegante en Union Grade que no le daría ni la hora del día. También me hizo pensar en Mick, y si me vio o no de ese modo. Nunca había pensado realmente en las clases sociales antes, nunca pensé en mi misma como rica y privilegiada. Pero ahora estaba comenzado a ponerlo en perspectiva.
—No —dije—. No está bromeando. No habrá carro para la Pequeña Lynnie Russo.
—Eso es tan bizarro —dijo Talia—. Es trágico, realmente.
—No lo es —dije—. Me refiero a que, apesta, pero no es trágico.
Para Talia todo era trágico. Y me di cuenta de que antes de que comenzara a leer la carta, habría estado de acuerdo con ella.
—¿Veo que todavía estas usando el brazalete de aves? —preguntó Zoe.
Casi lo había olvidado. Había dormido encima de él y despertado con diminutas marcas de aves en mi muñeca.
—Me está empezando a gustar —dije—. ¿Eso es aterrorizador?
—Muy aterrorizador —admitió Zoe—. Me refiero a que, las aves lucen deformes.
—Tal vez es alguna clase de metáfora. Incluso las aves deformes pueden volar —dijo Talia.
Me reí, pero había algo allí.
—Así que el rumor dice que fuiste a surfear con Jen —dijo Zoe—, el día que te escapaste. ¿Ahora eres una surfista? ¿Deberíamos prepáranos para las cuentas rojas y las botas Uggs y la jerga?
—Fue realmente divertido. Creo que soy buena en ello.
—Lynnie, no podemos perderte por los surfistas —insistió Talia.
—Sí, preferimos perderte por el tipo del cementerio.
—No van a perderme por nadie.
Pero no estaba completamente segura acerca de eso. Estaba cambiando y podía sentirlo.
Me quede hasta tarde en la escuela para terminar mi tarea. Pero también, me di cuenta, porque estaba evitando la carta. Ya no estaba asustada de ella.
Solo quería hacer que durara.
Mi celular sonó mientras estaba yendo a casa en el autobús tardío. El número que apareció no me era familiar. Lo contesté de todos modos.
—Hola —dijo él—, soy yo, el tipo del cementerio.
Me reí. —Conozco a un montón de tipos en el cementerio.
—Mick —dijo él.
—Estoy bromeando. No conozco a tipos en cementerios.
—Oh, ok. Estoy nervioso.
Sonreí. Pensé que era lindo que admitiera que estaba nervioso.
—¿Cómo conseguiste mi numero?
Él dijo: —Conozco a un tipo que sale con una chica de Hillsboro. Él me consiguió la nomina de la escuela. Tu número está ahí. ¿Eso es raro? ¿Te estoy acosando?
—Todavía no. Pero tenemos tiempo.
Se rió.
Dijo: —Bueno, solo me preguntaba si te gustaría que nos juntáramos alguna vez y saliéramos.
—¿En el cementerio?
—Claro, si quieres.
—Estas perdiéndote completamente mis bromas.
Dijo: —Bueno, llevo a todas mis citas al cementerio, así que pensé que tendría sentido.
—Gracioso.
—Así que supongo que simplemente admitiré que te estoy pidiendo una cita.
—No haces esto muy a menudo, ¿Verdad?
—Casi nunca —admitió—. Me refiero a que, he tenido citas. No en cementerios. Ya sabes, esto fue mucho mejor cuando practique en mi cuarto.
—Oh, ¿En serio? ¿Qué dije cuando practicaste?
—Dijiste que te encantaría salir conmigo alguna vez.
—Me encantaría salir contigo alguna vez.
—Oh, mierda —dijo—. No practique nada después de eso.
—Bueno, veamos. Ahora es cuando me dices que noche estabas pensando y que podríamos hacer.
—Tampoco pensé en eso.
—¿Quieres llamarme de nuevo después de que hallas ensayado?
—No, no, puedo improvisar. Podríamos ver una película. No, espera, podríamos ir a cenar. No, probablemente solo podríamos encontrarnos en Jugos Jamba o algún lugar en Larchmont después de que salgas de la escuela. Y si nos gustamos después de tomar algunos smoothies, entonces podríamos hacer algo más serio.
—Como ir al cementerio.
—Claro.
—Ok, ¿Cuándo?
—Mañana. Porque es viernes. El cual es un buen día para una cita.
—Es una cita. Ves, eso no fue tan difícil.
Se rió. —Has hecho esto antes, ¿Verdad?
—No —respondí honestamente—. Esta será mi primera cita de jugo.
—Te veré mañana, Lynnie —dijo. Una especie de corriente eléctrica me atravesó cuando dijo mi nombre. Colgué el teléfono y me acomode en el asiento y sonreí hacia la ventana a todas las cosas que pasaban. El mundo lucia bien para mí.
hey! me re prendi de los capitulos! me encantó el libro! ansío que sigas publicando! estare atenta, :) un beso grande!!
ResponderEliminarTiina <3