Reseña: Rubí (Kerstin Gier) - El Amor Más Allá Del Tiempo #1

¡Hola! ¿Cómo se la están pasando en este muy nublado sábado? Por mi parte, el clima me encanta, pero el día -no así, la noche- me parece un poquito aburrido. Y es por eso que voy a tratar de animarme con esta reseña.


Parece que, indudablemente, soy otra lectora que cayó en las redes de Fräulein Gier. ¿De cuál estoy hablando? Sigue leyendo para averiguarlo :)

Sinopsis: A veces pertenecer a una familia con tantos misterios puede resultar una auténtica cruz. O eso piensa Gwendolyn; hasta el día en que, sin saber cómo, se encuentra en el Londres de finales del siglo XIX, para descubrir que el mayor misterio de toda su familia es precisamente ella misma. Gwen irá con pies de plomo para acostumbrarse a su nueva condición de viajera en el tiempo, pero se dará cuenta, demasiado tarde, de que enamorarse a caballo entre dos épocas ¡puede complicarle a una la vida de mala manera!

Mi opinión: 

De acuerdo. Tenía planeado quejarme de analizar un par de detalles de la trilogía, como lo son el nombre (¿El amor más allá del tiempo? ¿Así o más largo?) y las portadas españolas, que cambian de estilo con cada publicación -aunque por suerte yo estoy usando la original, la alemana-, pero eso me llevaría demasiados párrafos y me haría desviarme de la historia. Así que pídanme dicho análisis en sus comments. Si quieren.

No voy a ponerle flores a la introducción, pero agradezco de sobremanera que este libro no tenga el ya-demasiado-utilizado inicio de chica se muda a un nuevo lugar y le pasa algo extraordinario. Al contrario. Dejando el prólogo y el epílogo aparte, Rubí comienza con una Gwen (o Gwenny, para los amigos) que no es el centro del mundo. Quien sí lo es, sin embargo, es su prima Charlotte, una joven de su misma edad que supuestamente tendrá en pocos días la habilidad de viajar en el tiempo. Este es un gran acontecimiento para la línea femenina de su familia, las Montrose, quienes siempre se han encargado de aportar una chica que se sume al legendario Círculo de los Doce.

Ópalo y Ámbar forman el primer par,

Ágata canta en sí, del lobo el avatar.

Dueto -¡Solutio!- con Aguamarina,

Siguen poderosas la Esmeralda y la Citrina.

Los gemelos Cornalina en Escorpión,

Y Jade, el número ocho, digestión.

En mí mayor, negra Turmalina, Zafiro en fa se ilumina.

Y casi al mismo tiempo el Diamante, 11 y 7, del león rampante.

¡Projectio llega! Fluye el tiempo,

Y Rubí constituye el final y el comienzo.

Charlotte, a lo largo de los años, ha recibido clases de esgrima, idiomas, baile, historia, equitación e interpretación musical, por lo que no es de extrañarse que sea una pequeña presumida. Su madre, también conocida como la tía Glenda, suele jactarse de que su hija ha nacido para hacer grandes cosas. Pero la señora se llevará el trago más amargo de su vida cuando sea Gwendolyn Shepherd, su sobrina, quien herede el gen de los viajes en el tiempo.

Nuestra protagonista, a la que no olvidamos la primera mitad del libro únicamente porque ella es la narradora, tendrá ahora que luchar por llenar un papel que supuestamente ha estado destinado toda su vida para su prima. Y eso va desde caerle bien a su compañero, Gideon DeVilliers, el undécimo viajero del tiempo, hasta registrar la sangre de los otros diez en un misterioso aparato conocido como El Cronógrafo.

¿Los pros de esta historia? La temática de los viajes en el tiempo, que no está en lo absoluto sobre-explotada, y que a mí, personalmente, me fascina. Kerstin fue bastante valiente al debutar en el mercado internacional con un relato de este tipo. Hay muchas autoras que escriben sobre el género paranormal, pero mantienen sus situaciones bastante pobremente explicadas. Bueno, la situación con esta alemana es diferente. Ella te introduce paso a paso a sus ideas, sin revelarte los grandes misterios que supongo vendrán impresos en sus continuaciones. También hay personajes bien definidos. Gwen es agradable, curiosa y valiente. Gideon un sangrón prejuicioso que tiene el carácter amargado de un hombre de cincuenta años, aunque al parecer es el gran defecto de la línea masculina. Por suerte, el encantador Paul DeVilliers se saltó el gen de la personalidad odiosa (Y como todas están encantadas con Gideon, lo que me parece inexplicable, lo reclamaré para mí). También me atraen los fragmentos al final de cada capítulo, que te brindan datos importantes en el momento adecuado, para que comprendas mejor la historia. 

¿Los contras? El primerísimo lugar se lo lleva la mejor amiga de Gwenny, Leslie. ¿Puede uno ser tan de mente abierta? Crédula, si lo dejamos en una palabra. Gwen va y le cuenta todo, y su reacción es como: ¡Genial! Qué bueno que me vi Aventuras en el tiempo en mi infancia y tengo conexión a internet para buscar a ese extraño Conde de Saint Germain, que no parece nada confiable. Mientras tanto, ve a dormir chica, no vaya a ser que sufras un desfase horario con tantos viajes al pasado. El hecho de que Paul y Lucy hayan escapado al pasado con el cronógrafo es muy interesante, pero si lo hicieron por esa razón que casi todas las fans señalan (y que sugieren tanto el prólogo como el epílogo) caerán demasiados peldaños en mi escala. Por último, la posibilidad de que (¡Ew!) Gideon haya tenido una relación con Charlotte durante sus años de aprendizaje.

That’s a horrible thing, Gi. 

¿Calificación Final? 

9.1/10 

  

Y una promesa de que nuestros emocionantes viajes al pasado sólo acaban de comenzar. ¡Imprescindible leerlo!